Avanzado
el Rugby Championship, torneo en el cual Los Pumas están superarando las
expectativas. El seleccionado argentino sorprendió a muchos con sus sólidas
actuaciones ante Sudáfrica, en Mendoza, y frente a Australia, aquí, en Gold
Coast.
El
crecimiento del
conjunto dirigido por Santiago Phelan empieza a ser una realidad.
El equipo nacional dejó en
claro que este certamen no le queda grande y que ninguno lo pasará por arriba,
como ya fue señalado desde este diario. Sin embargo, tanto en Mendoza como
aquí, en Gold Coast, Los Pumas desaprovecharon ventajas en el marcador y no
pudieron quedarse con sendos triunfos. Una vez más quedaron muy cerca de la
primera gran alegría en el “Cuatro Naciones” (donde acumulan tres caídas y un
empate). Pero no pudo ser. Entonces, ¿Qué le falta a la Selección para ganar este tipo de
partidos?
Ante la súper elite del rugby
mundial, que integran Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica,se
necesita estar concentrado los 80 minutos de juego y mantener la misma
intensidad durante todo el partido ,
materias que Los Pumas aún no aprueban con altas calificaciones. Estos déficits
ya los habían vivido, y también padecido, contra los All Blacks, en el Mundial
del año pasado, y en Wellington hace ocho días. Disputaron dos partidos de
igual a igual ante el mejor de todos, el equipo que juega a “otro deporte”.
Pero en ambos duelos no pudieron aguantar el ritmo y fueron derrotados.
Frente a los Springboks, en el
estadio Malvinas Argentinas, la historia fue completamente diferente. Aquella
tarde del 25 de agosto, Los Pumas mostraron su mejor imagen. Pusieron en jaque
al seleccionado que viste de verde y lo dejaron al borde del abismo. Pero un
error, por mínimo que sea, en esta clase de encuentros, se paga muy caro. Y
Argentina lo pagó con un try en contra, que significó el empate en 16 puntos.
Está claro que en esta competencia no hay espacio para los descuidos .
Ayer, nuevamente, la Selección
tuvo elementos a favor para vencer a los Wallabies y coronar de la mejor manera
esta gira por Oceanía.
Llegó a
sacar una ventaja de 13 puntos cuando faltaban 21 minutos. Pero volvió a caer.
Las piernas no aguantaron y los
jugadores cometieron, otra vez, algunos errores clave (en el manejo de la
pelota y algunas desatenciones), que dieron paso a otra derrota.
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