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sábado, 11 de agosto de 2012

Juegos Olímpicos como se ven en Colombia


Colombia Taekwondo
“Mami, triunfé”, fue lo primero que le escuchó vía telefónica su progenitora, en Valledupar. Ella, muy contenta, se limitó a decirle: “Hijo, te felicito y eres el orgullo de la familia”.

Óscar Muñoz Oviedo se convirtió en la sorpresa de la delegación colombiana en los Juego de Londres, al ganar la medalla de bronce en taekwondo.
Fue una presea ‘colada’, que no estaba en las cuentas del país, pero que ayuda a aumentar la cosecha en el tablero general, en el cual China y Estados Unidos pelean codo a codo por la supremacía.
Desde el momento en que Óscar salió de la cuna del vallenato se mentalizó para obtener una de las preseas, sabía que algo grande iba a suceder en Inglaterra, pero prefirió quedarse callado.
“No dije nada porque de pronto la falta de experiencia no me tenía en el llavero de los candidatos a sumar medalla, era mejor llegar en silencio y no tener la presión del favoritismo. Ahora sí puedo celebrar”, añadió el deportista.
A Múñoz Oviedo lo esperan en su tierra para brindarle una calurosa bienvenida. El atleta de origen humilde y con el dinero que le dé Coldeportes Nacional les comprará una casa a sus padres.
El taekwondista nacional, que practica esa disciplina hace once años, llegó cuando tenía tres a Valledupar por decisión de sus progenitores, que emigraron con toda la familia desde la población de El Difícil, en busca de un mejor futuro.
El hijo del jardinero Pompilio Múñoz alcanzó su clasificación a los Juegos Olímpicos luego de ocupar el primer lugar en los Panamericanos de Querétaro, México, en noviembre del 2011.
En 2010 participó en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur, donde ocupó el quinto lugar.
La medalla de bronce alcanzada por Muñoz es la quinta de Colombia en las justas. Conquistaron plata Caterine Ibargüen en triple salto; Óscar Figueroa, en levantamiento de pesas y Rigoberto Urán, en ciclismo; y bronces la judoca Yuri Alvear.
Satisfecho
Óscar Muñoz se convierte de esa manera en el deportista más joven en ganar una medalla para Colombia.
“Eso me pone feliz y me obliga a prepararme mejor para futuras competencias; desde ya pienso en Brasil 2016, donde espero superar lo realizado en Londres”, añadió.
Algo que le preocupa al juvenil es la falta de apoyo para el taekwondo y dice que no todo debe de ser para el fútbol.
“Si existe ayuda se verá una mejor preparación en los deportistas, el taekwondo puede darle a Colombia grandes victorias a nivel internacional”, señaló. El deportista vallenato se dará unos días de descanso y regresará a entrenamientos con la idea de comenzar a andar el nuevo ciclo Olímpico.
“A Brasil 2016 llegaré de 23 años y con más experiencia para lograr una nueva medalla. La presea se la dedico a todos los que creyeron en mí, los Olímpicos han sido una experiencia maravillosa y una sorpresa, puesto que mi medalla no estaba en los planes de nadie”, manifestó.
Colombia Oro en BMX
Y el día soñado llegó. El oro que logró Mariana Pajón en la pista de bicicrós de los Juegos Olímpicos de Londres-2012, y que puso a vibrar a todo un país, llegó en el momento justo y a la hora indicada, así como la puntualidad y exactitud inglesa.
Sonó el himno de Colombia y los ojos se encharcaron, las lágrimas recorrieron las mejillas, el corazón comenzó a latir a mil, se hinchó el pecho, las manos sudaron y el aire se acabó: todo por un metal dorado, el que todos estaban esperando y el que entregó a última hora una mujer con un carisma grande, con una alegría incomparable, pequeña de estatura y grande de corazón.
Fueron 38 segundos en los que se paralizó una Colombia que creía en la victoria no solo de Pajón, una niña que creció amando al deporte, sino de toda una delegación que cumplió a cabalidad. Mariana cruzó la meta y siguió derecho, no apretó el freno, pues sentía que la carrera estaba viva, pero la pista de 440 metros ya se había acabado. Fue a parar a las vallas de protección, en donde la recibió su entrenador Germán Medina, con quien se dio un abrazo más grande que su victoria.
Los dos lloraron y celebraron un triunfo que comenzaron a planear hace nueve años, cuando el bicicrós fue aceptado como deporte olímpico.
En la tribuna, mientras tanto, Carlos Mario, su papá, Claudia, la mamá, y Daniel, el hermano menor, hacían lo propio: con una bandera tricolor se abrazaron, armaron una pirámide y comenzaron a gritar "¡Viva Colombia. Viva Mariana!". Pasaron más de 15 minutos y por fin ella vino al frente de las gradas, levantó el brazo derecho y les mandó un beso.
Luego, el turno fue para Carlos Mario Oquendo, quien ganó el bronce, el moño del regalo y la ratificación de una actuación sensacional.
En el escenario había más de 500 colombianos, todos vitoreaban el nombre de los dos campeones y agitaban la bandera; a ellos también se les subieron las pulsaciones, también sintieron orgullo.
No les pesó pagar hasta 500.000 pesos que pidieron por cada boleta, pues había que estar acá, en el día memorable, el 10 de agosto del 2012, en el que el deporte colombiano rubricó su mejor actuación de las 18 ediciones de los Olímpicos en las que ha participado.

Colombia bronce en BMX



El colombiano gana medalla de bronce en la final de bicicross

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